Los comienzos de los casinos se remontan a miles de años atrás, a pesar de lo que muchos puedan pensar. El primer casino (Casino di Venezia) fue inaugurado en Venecia en el año 1638 para albergar los juegos que se celebraban con motivo de los carnavales. Sin embargo, la palabra "casino" no se acuñó hasta llegado el siglo XIX, cuando estas construcciones comenzaron a replicarse por toda Europa.

En sus orígenes, las construcciones eran colosales, semejando verdaderos palacios. El objetivo de los mismos era atraer a los jugadores que pertenecían a las clases más altas de la sociedad europea. El avance del tiempo y el cambio de hábitos y realidades acompañaron la arquitectura y diseño de esos edificios. A principios del siglo XX comenzaron a construirse en Estados Unidos, específicamente en Las Vegas, ciudad que hasta hoy atrae a jugadores de todo el mundo.

Cambia todo cambia

Desde aquel espíritu suntuoso y palaciego que los inundó en sus inicios europeos haciendo alarde de lujos y opulencia, los casinos fueron experimentando algunos cambios en sus diseños que acompañaron las costumbres y gustos de sus visitantes. A fines del siglo XX, un grupo de diseñadores de las Vegas consideró que era hora de generar un cambio e implementaron lo que hoy se conoce como "diseño de laberinto".

Lo que se perseguía con este nuevo diseño era que los jugadores fueran rápidamente absorbidos por las instalaciones y se vieran "obligados" a pasar más tiempo allí. ¿Cómo se lograba? Las máquinas de tragaperras se ordenaban en forma de círculos o semicírculos, y no ya en hileras como se hacía anteriormente. Esto se sumaba a la ausencia de ventanas y relojes en el interior de las salas, favoreciendo la pérdida de la noción del tiempo.

El auge de los espacios abiertos

Con el pasar de algunos años, con el inicio de la segunda década del siglo XXI, se comenzó a pensar en la conveniencia de revisar este tipo de diseños para adaptarlo mejor a la psicología y gusto de los asistentes más actuales. Se convino entonces en que los espacios debían ser más abiertos y permitir la combinación de espacios de juego con patios de recreos. Así se hizo, y los resultados fueron sumamente positivos.

En los casinos de más alta gama de Las Vegas se comenzaron a implementar los nuevos diseños con gran aceptación del público. Los espacios ganaron amplitud y luminosidad, a la par de que los techos se elevaron aun más. Ahora las máquinas se agrupaban en cantidades más reducidas y los jugadores contaban con más espacio libre para transitar entre un grupo y otro. El juego se volvía más distendido.

Segmentando los distintos tipos de asistentes

Pero no todos los que asisten a un casino persiguen los mismos objetivos. Y esto lo saben quienes diseñan sus interiores. Por ello, estructuran el espacio y la ubicación de las mesas y máquinas tragaperras en función de tres tipos de asistentes: quienes solo quieren pasar un rato jugando a las máquinas, quienes desean esquivarlas para jugar en las mesas del casino, y quienes lo recorren de camino por hospedarse en el hotel que lo alberga.

Si hay algo que juega un papel determinante dentro del diseño de un casino es el trazado de las máquinas tragaperras. Estas son, sin dudas, las que mayor atracción generan en el público asistente. Si en la década del 70 representaban alrededor del 40% de los ingresos de un casino, hoy pueden llegar a estar por encima del 70%. Por eso es tan importante su distribución y el espacio que ocupan.

Los juegos de mesa y su ubicación

Paradójicamente, nada en el diseño de un casino está librado al azar. Los juegos de mesa más tradicionales y emblemáticos como la ruleta, el poker o el blackjack también cuentan con una ubicación especial por razones definidas. Suelen agruparse juntos en un espacio central del casino. Esto se debe a que no son objetivo de los jugadores ocasionales, y quienes los prefieren sabrán dirigirse directamente hacia donde se encuentren. Se crea, además, una atmósfera contagiosa entre ellos.

Mucho han evolucionado los casinos desde sus comienzos en la Europa del siglo XVII hasta nuestros días. Su arquitectura y su diseño han evolucionado al compás de los cambios históricos, sociales y económicos. Hoy es el comportamiento y la psicología de los asistentes lo que se observa con detenimiento para introducir cambios y optimizar ganancias. El advenimiento de los cada vez más populares casinos online posiblemente exigirá pensar adecuaciones para jugadores cada vez más exigentes.